Hola a todos, soy Chuso, perdón por haber tardado en publicar nada, pero lo cierto es que no es fácil, hemos tenido problemas técnicos, aparte de lo extraño que es publicar un blog en una granja escuela llena de actividades y clases de baile, que apenas paramos para descansar un rato. La tecnología de este tipo a veces parece ajena en un lugar tan natural.
El primer día, tras un viaje bastante tranquilo (hubo viajeros ajenos a Fama la Casita sentados entre nosotros y lograron dormir y todo), cosa quizá difícil rodeados de niños ansiosos por llegar a un campamento, siempre que no sean tan simpáticos y respetuosos como estos; buen trabajo, padres – ya entraron en faena con los juegos y dinámicas de la granja.
Nada más llegar, aparte de hacerse a los compañeros del otro campamento con el que compartimos espacio y actividades de la granja, y a los monitores. Todos nos han acogido muy bien. Acabamos ese primer día agotados, pero contentos, después de conocer a los animales de la granja (los de verdad, los compañeros son personas) y montar a caballo o hacer velas (de las de fuego y humo, no las de los barcos), según el grupo, que hemos dividido por edades. Los pequeños son Las fresas, y las mayores son Las sin nombre: cosas de elegir nombre en cinco minutos en un campamento. No pararon de preguntarnos durante todo el día cuándo íbamos a empezar las clases de baile y cómo iban a ser.
Y el domingo ya empezamos con el baile. También separados en los mismos grupos, hemos empezado con dos clases por la mañana, una con cada profesor y, creo, por ser uno de ellos, que se lo han pasado bien, pero no puedo decir más sin sonar poco humilde. Con las de Andrea puedo decir que han disfrutado. Hemos pasado un buen rato en la piscina para reponer energías y jugar un poco, hemos comido, y nos hemos ido directos a la tercera y última clase de baile del día. Casi las matamos del cansancio, por el calor y la falta de costumbre de tantas clases seguidas… no pasa nada, pronto pillarán el ritmo.
El grupo de los pequeños ya empieza a jugar con mi nombre, que muta de Chus a Juice (esto lo he promovido yo) y de ahí a zumo y a zumo de naranja y a orange juice. Cada vez que tomemos zumo en los descansos, me lo recordarán, que me como a los de mi especie.
Luego tirolina para Las Fresas (con arnés, claro y todo muy seguro) y Masterchef para Las sin nombre. Han hecho unas buenas pizzas que he tenido el gusto de probar. Ya podéis pedirles que os hagan una en casa. Lo malo es que han aprendido en grupo y tal vez necesiten la ayuda de unas 10 personas.
Más juegos por la noche, tras cenar, que aquí no se para, y a dormir para estar mañana frescos. Yo no, yo os escribo a estas horas, aunque lo publique cuando tenga acceso a internet, ya digo que no es fácil y probablemente no pueda retransmitir todos los días, espero que podáis entender que prefiero pasar el rato con los grupos y acompañándolos echando un cable en cada una de sus actividades, que en la única sala con wifi contando lo que no les estoy viendo hacer. Espero que esto sea ganar en calidad, aunque se pierda en cantidad. Pronto habrá fotos de las clases, que utilizando el móvil para la música se nos pasa el recuerdo para la posteridad.